Hace sólo unos momentos, tratando de configurar el presente, noté no sin tristeza que mi ojo izquierdo cada vez está peor. Cubrí mi derecho por algún tiempo y esto fue la confirmación de tan delicado deterioro. Mi misión, entonces, si decido aceptarla, será tal vez reformularme las gafas nuevamente —hace menos de un año que lo hice—, y probablemente reformularme la vida en conjunto, aunque de eso no puedo dar fe.
A mi avanzada edad comenzar un blog parece una acción tan intrépida como utópica, pero, e incluso sin pretender dar una justificación a mi deteriorado ojo izquierdo, digamos que me cansé de acumular citas en libros de autoayuda. Ayuda, sobra la mención, que no ha dado resultado. Entonces, mis 7 mil millones de potenciales lectores, que el desconcierto sea con todos nosotros.
No comments:
Post a Comment